La Parroquia Santa Joaquina de Vedruna participa en el acto de apertura del nuevo curso pastoral de la Diócesis Segorbe-Castellón

D. Casimiro López Llorente, nos convocó el pasado sábado 18 de septiembre, en el Seminario Mater Dei para presentar el Año Jubilar diocesano, para conmemorar el 775º Aniversario de la creación de la sede episcopal en Segorbe y de nuestra Diócesis, que empezará el 12 de abril de 2022. Este año de gracia de Dios nos ofrece la oportunidad de hacer memoria agradecida del pasado, de purificarnos y renovarnos personal, comunitaria y pastoralmente para llevar a todos la alegría del Evangelio. Y paralelamente, al acontecimiento jubilar, llevaremos a cabo una reflexión diocesana para discernir juntos los caminos para la misión en el presente.

Se trata de ponernos a la escucha del Señor, de abrirnos a la voz del Espíritu Santo y de atender a las necesidades y gemidos de nuestros hermanos, para descubrir los caminos que Dios nos indica para ser sus discípulos misioneros, aquí y ahora.

A la cita acudieron los presbíteros de las parroquias, acompañados de los colaboradores en las Delegaciones Diocesanas y las parroquias: miembros de los Consejos Parroquiales, catequistas, lectores y voluntarios, los miembros de movimientos, asociaciones y cofradías, los profesores cristianos y de religión.

Nuestro obispo nos recordó que para vivir la comunión y salir a la misión, hemos de abrir nuestros corazones a una nueva efusión del Espíritu Santo, que nos enseña, renueva, fortalece, crea comunión y nos alienta a la misión. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia en su vida y en su misión. Él es el Maestro interior, que nos enseña a escuchar la voz del Resucitado, a convertirnos y dejarnos purificar, a ver la realidad con sus ojos, a seguirlo y a ser sus discípulos misioneros. Él es la memoria viviente de Jesús en la Iglesia, que recuerda y actualiza todo lo que Él dijo e hizo. El Espíritu Santo nos guía “hasta la verdad plena” (Jn 16, 13) y nos introduce en la verdad y en la belleza del evento de la salvación, la muerte y la resurrección de Jesús, la expresión suprema del amor de Dios. Y esta realidad se convierte en Buena Noticia que ha de ser vivida y anunciada a todos.

El encuentro comenzó con la celebración de la Eucaristía a las 10:30 h., «fuente y cima de la vida y misión de la Iglesia y de todo cristiano», y a continuación, D. Casimiro presentó la Carta pastoral con motivo del Año Jubilar Diocesano. Finalmente, el Vicario de Pastoral, Miguel Abril, presentó la reflexión diocesana para discernir los caminos.

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